La exótica contratación que tiene enlodado el puerto de Barranquilla
Contratan con plazos y volúmenes acordados, pero no por las profundidades que realmente requiere el canal de acceso. Los contratos terminan “cuando ocurra lo primero”, sin importar las condiciones de calado.
Un singular modelo contratación, a cargo del Patrimonio Autónomo Findeter - Cormagdalena ha venido haciendo carrera con nefastos resultados para lograr la adecuada navegabilidad en el canal de acceso al puerto de Barranquilla.
Las condiciones del canal distan mucho de lo que realmente se requiere en el puerto, dentro de las estrategias de reactivación económica y de volverlo competitivo.
Sin embargo, nadie se explica la manera como el Patrimonio Autónomo sigue empleando un modelo de contratación que no le ha generado ningún beneficio al puerto, en materia de profundidad y de calado operacional esperados.
Un ejemplo de ello acaba de ocurrir con el reciente contrato 3-1-96164-06 suscrito el 16 de julio de este año por el Patrimonio Autónomo con la compañía European Dredging Company Sucursal Colombia (EDC), filial de la matriz belga Jan De Nul, y representada por Bob Ivonne F. Michta.
Se trató de una contratación directa tras el fracaso de tres convocatorias anteriores y dentro de las cuales, en una de ellas, la misma compañía se abstuvo de participar por no estar de acuerdo con los precios establecidos por metro cúbico, pero luego el propio Patrimonio le entregó el contrato directamente a la matriz Jan De Nul, en una típica jugada de ‘Quítate tú, pa' poneme yo’.
Este contrato fue pactado por un valor de 5.323 millones 892 mil 266 pesos, para la remoción de 134.367 metros cúbicos de sedimentos, por el término de 1 mes.
Lo que llama la atención de este y otros contratos anteriores, es que el mismo Patrimonio establece como condición la terminación contractual cuando concluya el término (1 mes) o se agote la cantidad de metros cúbicos establecidos, lo que ocurra primero.
Y es ahí, en esa pequeña frase, totalmente atribuible al Patrimonio Findeter - Cormagdalena, la que no articula con las verdaderas necesidades para mejorar las condiciones del canal de acceso.
Es lo que acaba de ocurrir: terminó el contrato y EDC - Jan De Nul paralizaron la draga ‘Bartolomeu Dias’ a la espera de una nueva contratación, con otras condiciones económicas, exigiendo que aun cuando llegó como equipo alterno de la ‘Taccola’, que ‘tacó la mano’, tiene otras características de mayor dimensión.
Si bien dentro de los contratos realizados en la historia más recientes se han establecido metas de profundidad de 12,19 metros, para un calado operacional de 10,20 metros, esto nunca se ha cumplido. Precisamente por aquello de que o se cumple el plazo o se agota el volumen contratado, por lo cual las hipotéticas metas de profundidad y calado no dejan de ser un simple saludo a la bandera.
Otro hecho que ha pasado inadvertido en la ejecución de los multimillonarios contratos ejecutados, es el relacionado con el ancho del canal. Al igual que pasa con la profundidad y calado esperado, también se han convertido en otro saludo a la bandera.
En efecto, para nadie es un secreto que, por ejemplo, el sector de Bocas de Ceniza requiere un ancho mínimo de 200 metros, teniendo en cuenta los giros bruscos que hay que realizar durante las maniobras y para brindar la verdadera seguridad marítima en las operaciones.
No obstante, en el sector el ancho mínimo ha estado en promedio de 120 a 180 metros, lo cual no deja de ser riesgoso para poder realizar las maniobras ya que el eslora (longitud) promedio de las embarcaciones que ingresan o salen del puerto es de 186 metros.
En la actualidad, el sector cuenta con un ancho de 156 metros para buques con 186 metros de eslora y de 183 para menores de 186.
Cosa distinta ocurre con el ancho en el sector recto del canal, que se podría manejar con un mínimo de 150 metros.
Es por esta razón que los verdaderos dolientes del puerto de Barranquilla, ajenos a cualquier comité de aplausos para el Patrimonio Autónomo Findeter - Cormagdalena, consideran que mientras no se cambie el modelo de contratación, para establecerlo con profundidades y calados definidos y no por volúmenes a dragar, el canal de acceso seguirá enlodado.
Toda esta situación también tiene al Patrimonio Autónomo Findeter - Cormagdalena en el ‘ojo del huracán’, con la intervención de los diferentes entes de control.
En el caso de la Procuraduría Delegada para la Vigilancia Preventiva de la Función Pública, asumió la vigilancia preventiva relacionada con el dragado al canal de acceso al puerto de Barranquilla y, en este sentido, requirió a Cormagdalena para que informe lo siguiente:
“- Avances en la ejecución del Contrato de Obra No. 3-1-96164-05. En caso de que el contrato sea adicionado y/o prorrogado por favor indicarlo y explicar las razones de lo anterior. Si el contrato no es adicionado o prorrogado, se sirvan explicar con carácter urgente la suerte del dragado entre el 1 de septiembre de 2021 y la fecha de inicio de ejecución del contrato resultado de la convocatoria señaladas en el siguiente punto.
- Los avances respecto de las convocatorias PAF-Cormagdalena-O-054- 2021 y PAF-Cormagdalena-I-064-2021”.
Lo que está demostrada es la absoluta falta de planificación del Patrimonio Autónomo en el manejo del canal de acceso, que antes de sancionar a los contratistas que han fracasado con sus equipos y no han logrado las metas para alcanzar una adecuada navegabilidad, por el contrario, los sigue premiando con más contratos y sin sanción alguna.
Mientras tanto, siguen los buques sin ingresar, por falta de calado, la carga desviada a otros puertos y la economía local ampliamente perjudicada.
Una exótica situación que merece todo el rigor de los entes de control.
Requerimiento de la Procuraduría a Cormagdalena by Zona Cero on Scribd